PARROQUIA
NUESTRA SEÑORA
DEL PORTILLO
Zaragoza
Ecce Homo
Hay una capilla importante, la dedicada al Ecce-Homo. Ocupa el hueco de la planta de la torre izquierda Fue indudablemente un punto obligado para la actual construcción de la iglesia; se debió de edificar en principio separada, aunque más tarde se uniría al templo por medio de alguna nave de paso, aproximadamente a principios del siglo XVI. Las aristas de la bóveda se reúnen en una clave que tiene un pinjante moldado, igual que otro que hay en un arco de su frontis. Sin duda, a esta capilla le quedan reminiscencias de transición, de la época ojival al estilo renacentista. A los lados del arco, casi en los ángulos de la crujía, existen dos bellísimas columnas con sus plintos, que pertenecen a la época mas floreciente del Renacimiento.
Sobre un basamento moderno y muy alto se venera una talla del Ecce-Homo (en busto). Bellísima escultura y de impecable ejecución. De su rostro marcado de un naturalismo y serenidad clasicista, parece que emana una expresión contemplativa y elevada, a la manera (podríamos decir) de las imágenes religiosa de Juan Martínez Montañés. Tiene un gran valor artístico y fue premiada, en la Exposición Hispano-Francesa de 1.908.
Merece un estudio pormenorizado para que sea clasificada con exactitud; es de autor desconocido y podemos fecharla entre el último decenio del siglo XVI y el primero del siglo XVII.
Otros retablos de interés:
Retablo del Calvario: Cristo en la Cruz, la Virgen María, la Magdalena y San Juan. Son figuras de tamaño natural y pertenecen a la primera mitad del siglo XVIII; su estilo barroco es de bastante buena factura, parece que están relacionadas con el taller de “Los Mesa”.
A derecha e izquierda de la nave central, en los rehundidos de las pilastras y a ambos lados de la puerta hay una repisas de estilo Luis XV y sobre ellas una estatua de madera tallada, tamaño mayor del natural.
La de la izquierda entrando, es San María Magdalena, obra del escultor José Ramírez Benavides (ya mencionado), y que tantas obras de valor artístico nos ha dejado en Zaragoza.
Siguiendo el lateral izquierdo de la nave mayor, está colocada en su repisa la estatua de San Juan Nepomuceno y a continuación la de San Rafael con el pez en la mano. Esta escultura es de muy buena factura y creo podríamos filiarla con la obra de Ramírez. Pudo quedar como Santa Magdalena del retablo anterior, destruído por los franceses.
En el lateral derecho, entrando por la puerta, tenemos a Santa Catalina con el atributo de la rueda, le sigue San Liborio –obispo y mártir- y a continuación está San Roque con su perro.